En este largo camino que recorro para llegar a convertirme en la terapeuta que cada vez más deseo ser, es que me encuentro con una multiplicidad de caminos que a ratos pueden resultar abismantes, pero que, si los miro con calma, son maravillosos. Caminos que me han llevado a cuestionarme una y otra vez qué es lo que yo entiendo por ”estar bien”, qué es este bienestar que se supone que debo ayudar a que mis pacientes logren tener.

Cada vez me convenzo más de que no es el camino tradicional y socialmente aceptado el que debemos seguir. Me refiero a que no se trata de entrar en el molde y tener una vida relativamente equilibrada, que incluya tomar cierta cantidad de medicamentos a diario que nos “permitan” estar “sanos” a medida que aparecen síntomas, a medida que vamos envejeciendo.

No. Definitivamente no.  Me niego a pensar que cada síntoma es algo que debemos “aceptar” sin siquiera cuestionarnos ¿de dónde vino? Ni menos ¿qué me quiere decir?

Tan poco caso hacemos a nuestro cuerpo, a nuestras emociones, que me espanta. Yo misma me sorprendo de mí misma. No es algo que mire en otro, lo veo en mí.

Hace un par de años que dejé de tomar ciertos medicamentos “crónicos”. Escuché a mi cuerpo, me hice consciente de los ciertos síntomas que estaba teniendo a los que jamás había atendido. Me hice cargo, cambié algunas cosas, me supervisé y los dejé. Y resulta que ya no los necesitaba. No soy ni deportista ni fitness ni maestra yogui. Tengo las mismas malas costumbres alimenticias que muchos, pero me ocupé de ciertos aspectos y esas enfermedades tan manoseadas cono crónicas no lo fueron para mí. Dejé de acudir a ciertos especialistas y empecé a acudir a mi misma y a la nutricionista. Me di cuenta de que mi alimentación y mi preocupación por mi cuerpo Y MI BIENESTAR EMOOCIONAL eran lo que debía escuchar y hacer caso.

Ahora, me topo con este documental que me toca fibra y me emociona hasta el punto de hacerme quedar en silencio y preguntarme cuál es el camino que realmente quiero tomar.  Como persona y como terapeuta, puedo decir que cada vez más creo en que el tomar consciencia de nosotros mismos, el conocernos cada vez más, el dejar de hacer las cosas “porque hay que hacerlas” y pararnos a mirar no tan solo a nuestro alrededor sino también a nuestro interior y luego de eso recién decidir hacia dónde ir, qué decisiones tomar, qué es lo que realmente siento que me hace bien y qué necesito y que NO necesito más.

Ser terapeuta, no es más que tomar el camino de acompañar a otros en ese camino. Permitir que esos procesos fluyan y decanten en lo que el otro necesita, para sentirse bien, más libre, más allá de lo que antes estaba.

Pero ¿qué es estar bien?… Dejo este interesantísimo documental para que vayamos aprendiendo, juntos, resolver esta interrogante. Ojalá te emocione tanto como a mí.


DOCUMENTAL “HEAL”

En Netflix